miércoles, 20 de febrero de 2013

Mercado

Hoy no pensaba escribir, pero probablemente estaremos unos días fuera de viajecito, y vendré con mil historias que contar. Cada segundo cuenta, así que tenemos que disfrutar de estos días antes de empezar el cole para viajar y conocer todo lo que podamos.


Dejo unas fotillos de esta mañana en el mercado:




Me ha parecido un sitio increíble, lleno de vida, de tradición, de simpatía... Gente por todos lados, de todo tipo: trabajando, comprando, regateando, riendo, mirando y hablando de "los gringos"...
Me quedo con un sencillo intercambio de palabras:
- ¿De dónde son?
- De España
- Bienvenidos a Piura


Por último, os dejo una fotito de mis compañeros de viaje, de mi familia aquí (aunque falta Pascuala, nuestra mami, que espero presentarosla pronto):





A la vuelta os cuento nuestra aventura ;)






martes, 19 de febrero de 2013

Catacaos

Continúan los contrastes...


Hoy hemos estado en Catacaos, una población cercana a Piura conocida por su artesanía.
Teníamos muchas ganas de ir porque unos artesanos que conocimos en Colán (en la playita), nos hablaron de esta población y nos propusieron ver cómo trabajan, lo que hacen, etc. Es un sitio muy bonito, y bastante distinto a Piura. Con lo poco que hemos visto, me ha dado la sensación de que es bastante más tranquilo, y se respiraba una calidez  y un colorido especial.


La gente con la que hemos hablado (la mayoría artesanos), se abría enseguida a charlar con nosotros y no tenían problema en contarnos como trabajan, e incluso, nos han ofrecido en más de una ocasión ver su taller.
Abren las puertas de su casa, te ofrecen lo que tienen, ofrecen su trabajo... Tenemos (o tengo) mucho que aprender de ellos.



También he conocido el cole donde trabajaré estos meses, aunque aún quedan unos días para que empiecen las clases. Los niños aun “disfrutan” de sus vacaciones, aunque unos más que otros. Hoy, paseando por las calles de Catacaos, había niños jugando, niños ayudando a sus familias en las tiendas, niños intentando captar turistas y “gringos” para entrar en sus negocios…


Me pregunto cómo será la realidad de esos peques cuando empiecen las clases. Por desgracia, todos sabemos que estas sociedades no le dan, o no pueden darle en algunos casos, prioridad a la educación.



La devoción que tiene aquí la gente también es algo que merece la pena contar, y sobre lo que merece reflexionar. Me llama la atención porque, a pesar de tener la misma religión, de compartir una creencia, la forma de vivirlo interna y externamente es muy diferente.

En la próxima entrada, también quiero presentaros a mi nueva familia: a los compañeros con los que estoy compartiendo esta experiencia. Eran personas prácticamente desconocidas hasta ahora, pero después de casi una semana con ellos empezamos a formar un buen grupo. Ya hay gestos muy intensos, gestos de simpatía, calidez... huele a familia.


Por último me quedo con una frase, un buen consejo: Abre bien los ojos. Si parpadeas, te lo vas a perder

domingo, 17 de febrero de 2013

Perú, Piura. Ciudad de contrastes

Tan solo llevo unos días sumergida en esta ciudad, en esta rutina, en este mundo, pero es suficiente para decirlo: “Ciudad de contrastes”.

   

 El viaje fue muy largo, y con muchos sentimientos encontrados: alegría, ganas e ilusión, pero a la vez miedo a lo que me iba a encontrar, a lo que iba a sentir, a echar de menos… Me encontré con una imagen que no había previsto, con una realidad que no esperaba. El camino del aeropuerto a nuestra casa fue todo un choque. En ese momento me desanimé, quizá por no encontrar lo que yo tenía premeditado. Tenía que reconstruir mi cabeza.

Han pasado dos días desde ese momento y ya voy encajando las piezas del puzzle que será mi vida durante 4 meses. Los ritmos son distintos, algunos más rápidos y desordenados, otros lentos y tranquilos. El ruido también es muy diferente: en Madrid sabía donde acudir si quería encontrar lugares y momentos tranquilos y silenciosos, pero también sabía localizar aquellos donde hubiera gente (conocida o no), ruido… Por el momento, aquí hay ruido a todas horas del día y por todos los sitios por donde he caminado. Eso no quiere decir que siempre sea malo. Asomarte a la ventana porque escuchas música y ver a toda una familia junta bailando, feliz, a pesar del calor, del lugar, de su situación, etc. ha conseguido sacarme una gran sonrisa. 

Caminar por calles (asfaltadas o no), montar en coche/combi/taxi/bus o cruzar una calle es toda una aventura, y ver en cada paso contrastes entre una acera y la otra, entre la gente, las casas, las calles… Es un sitio muy sorprendente.

   

A pesar de todo esto, aún tengo que ir pensando y reflexionando sobre cómo quiero vivir este tiempo aquí. No quiero volver con la sensación de haber dejado algo pendiente.

Tengo ganas de empezar en el cole, de ver como es, como trabajan, saber que voy a poder hacer (o más bien que me van a dejar hacer y que no), cual va a ser mi rutina diaria aquí…